EXPOSICIÓN, EVALUACIÓN, SELECCIÓN E IMPLANTACIÓN DE IDEAS Y SOLUCIONES CREATIVAS.

EXPOSICIÓN, EVALUACIÓN, SELECCIÓN E IMPLANTACIÓN   DE   IDEAS   Y   SOLUCIONES   CREATIVAS.

Una vez generadas las ideas creativas deben ser evaluadas ¡¡no antes!!

Para empezar, para que la valoración sea correcta, una idea debe ser bien madurada y expuesta, señalando las ventajas de las que podrá beneficiarse cada protagonista, que incluya una previsión de riesgos y de planes de contingencia para evitarlos y superarlos si llegaran a ocurrir, tendrá más posibilidades de ser aceptada.

Con carácter previo a la evaluación y selección de ideas, éstas deben ser listadas, agrupándolas por temas, eliminando las coincidentes, y anotando como variantes de una idea las que puedan considerarse como tales.

Luego se empleará uno o más procedimientos de evaluación y selección, como

-“Sistemas de ponderación”  que individual o colectivamente constan de cuatro fases básicas (que se suelen realizar gráficamente en columnas):

Relacionar los criterios que deben servir para decidir la elección.

Ponderar cuanto se valora cada criterio (la suma será 100).

Puntuar (hasta 10) cada idea respecto de cada criterio.

Multiplicar los dos anteriores y sumarlos para cada idea (el máximo de la idea perfecta sería 1000).

Así se puede seleccionar directamente la de mayor puntuación, o si el tema es importante, eliminar la mayoría y escoger las mejores para otro procedimiento más fino.

-“Votación en abanico”

-“El defensor de la idea”. Por oposición a los anteriores cuantitativos, éste no incluye puntuaciones, aunque puede combinarse antes o después de los anteriores. Se realiza en grupo y se busca un defensor para cada idea, que pueden ser los responsables de ponerlas en marcha, los que las propusieron, o quienes sientan preferencia por ellas. También se puede añadir el papel del detractor. Tras su análisis y debate, se decide.

-“Brainstorming inverso”, con los principios clásicos del brainstorming, pero abordando las soluciones propuestas en busca de críticas, consecuencias e inconvenientes, para conseguir su valoración más correcta.

Por último, recurriremos a los métodos de implantación de ideas y soluciones, como el “Análisis de problemas potenciales” que pretende anticiparse al riesgo, y así, conociéndolo, tener previstas soluciones a las contingencias que pudieran derivarse en la crucial etapa de implantación.

Se desarrolla en los siete pasos siguientes:

Definir los objetivos o condiciones de éxito de un programa.

Hacer el inventario de los problemas potenciales.

Descripción de cada problema (qué, dónde, cómo, cuánto,...).

Valorar el riesgo asociado a cada problema en términos de gravedad y probabilidad.

Determinar las causas de cada problema y estimar su probabilidad .

Detallar las medidas preventivas que reduzcan la posibilidad de que acaezca el problema, y calcular su probabilidad residual contando con su aplicación.

Desarrollar planes contingentes, que palíen o resuelven el problema imposible de evitar.

Como en cualquier otra actividad, el coste se tendrá presente.