La búsqueda de un empleo desde el punto de vista creativo puede compararse a un embarazo. Deberá ponerse la semilla de la idea. Incubarse durante un tiempo, aportándole oxígeno (ideas), nutrientes (fondos) y calor (entusiasmo). Y cuando nazca será débil, pero con una gran potencialidad. Por lo que deberemos continuar prestándole mucha dedicación.
Si nos fijamos en la preparación para generar la idea, también nos encontramos ante un proceso. La solución creativa al problema del paro, en su doble vertiente, individual y colectivo. Y también el proceso de solución creativa de un problema no resuelto puede ser el germen de un nuevo trabajo. Por ejemplo, restaurantes con calculadoras de calorías y con bicis estáticas por si te pasas de la raya. Discopubs con avisadores para tímidos de que alguien con ganas de hablar se acerca o que incluso intercambian por un teléfono interno las primeras frases...
Para quien quiera saber más, hablaremos de la sistematización del aprendizaje de la creatividad, en el bien entendido, que ese itinerario de maduración creativa es individual y solo proponemos una de las posibles alternativas.
Son muchos los programas de desarrollo de la creatividad llevados a cabo y también evaluados mediante tests desde finales de los años cincuenta a nuestros días. Sus resultados no aparecen absolutamente concluyentes, ya que la simple repetición de los tests y las instrucciones de diferir o eliminar el juicio crítico pueden mejorar tanto o casi tanto los resultados como la realización de entrenamientos más complejos y prolongados; probablemente con excepción de la originalidad que respondería más específicamente. En cuanto a los más beneficiados por el entrenamiento parecen encontrarse aquellos peor situados en el comienzo, comprobado mediante test inicial o por pertenecer a organizaciones burocráticas. No obstante, la práctica empresarial se inclina por cursos más breves, enfocados a personal seleccionado y combinados con medidas organizativas e incentivadoras.
Si nos fijamos en la preparación para generar la idea, también nos encontramos ante un proceso. La solución creativa al problema del paro, en su doble vertiente, individual y colectivo. Y también el proceso de solución creativa de un problema no resuelto puede ser el germen de un nuevo trabajo. Por ejemplo, restaurantes con calculadoras de calorías y con bicis estáticas por si te pasas de la raya. Discopubs con avisadores para tímidos de que alguien con ganas de hablar se acerca o que incluso intercambian por un teléfono interno las primeras frases...
Para quien quiera saber más, hablaremos de la sistematización del aprendizaje de la creatividad, en el bien entendido, que ese itinerario de maduración creativa es individual y solo proponemos una de las posibles alternativas.
Son muchos los programas de desarrollo de la creatividad llevados a cabo y también evaluados mediante tests desde finales de los años cincuenta a nuestros días. Sus resultados no aparecen absolutamente concluyentes, ya que la simple repetición de los tests y las instrucciones de diferir o eliminar el juicio crítico pueden mejorar tanto o casi tanto los resultados como la realización de entrenamientos más complejos y prolongados; probablemente con excepción de la originalidad que respondería más específicamente. En cuanto a los más beneficiados por el entrenamiento parecen encontrarse aquellos peor situados en el comienzo, comprobado mediante test inicial o por pertenecer a organizaciones burocráticas. No obstante, la práctica empresarial se inclina por cursos más breves, enfocados a personal seleccionado y combinados con medidas organizativas e incentivadoras.
Reseñar, por último, que un Curso de desarrollo de la creatividad y la innovación debe plantearse para la consecución por cada uno de sus participantes, en una suerte de contrato o consenso pedagógico, los siguientes logros individuales, de modo que a su conclusión, éstos deberán ser capaces (y se podrá evaluar que lo son) de:
1. Admitir la existencia y la importancia de otras formas de pensar que:
· Permiten generar numerosas y nuevas ideas sobre un tema.
· Son distintas y ajenas al razonamiento inductivo/deductivo y al principio de exclusión de los contrarios.
· No deben ser interferidas por su proceso de crítica o valoración, que se reserva para una fase independiente y posterior.
· Son accesibles a cualquiera que esté dispuesto a realizar “un deliberado esfuerzo creativo”.
2. Aplicando lo anterior, aportar una batería de ideas nuevas respecto a cualquier situación que se plantee; mejorando su capacidad previa en número (fluidez), variedad (flexibilidad) y novedosidad (originalidad).
3. Participar efectivamente en la búsqueda de ideas en grupo, sea éste sinéctico, de brainstorming clásico, o de cualquiera de sus variantes (6-3-5, inverso, carpeta de dibujos...).
4. Realizar el diagnóstico creativo de un problema, e intervenir de forma individual o en grupo en un proceso de solución creativa de problemas.
5. Evaluar la utilidad y potencial aplicabilidad de una serie de ideas alternativas.
6. Exponer de forma atractiva una idea original.
7. Planificar la puesta en práctica de una idea o proyecto innovador, incluyendo la previsión de planes de contingencia.
8. Hacer partícipe de todo lo anterior a su entorno laboral, organizando sesiones de brainstorming, poniendo en marcha un grupo creativo, y/o diseñando un plan específico de desarrollo de la creatividad y la innovación.
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