Cubrir de forma diferente necesidades ya conocidas de la población o responder a otras no manifestadas hasta ahora, constituyen el germen de los llamados “nuevos yacimientos de empleo”.
El primer paso consiste en preguntarnos qué podemos hacer distinto u original que interese a alguien. Y si ese algo sabemos hacerlo o podemos aprenderlo u organizar la forma de hacerlo realidad.
A continuación, plantearnos si quienes lo reciban estarían dispuestos a pagar una cuantía suficiente para compensar nuestro esfuerzo en una proporción que asegure nuestro sustento.
Si la respuesta es afirmativa, el emprendedor montaría un negocio, como empresario o autoempleado. Sin embargo, hay personas que respondiendo sí, no se ven como empresarios. Para ellos la solución sería acogerse al paraguas de una empresa de inserción social que lo contrate con la condición de generar ingresos superiores al 120% de su salario. Se trata de una innovación organizativa que amplia el hasta ahora estrecho ámbito de las empresas de inserción, limitado a jardinería, limpieza y en ocasiones, cuidados a domicilio.
Vamos a tratar los requisitos para que este nuevo planteamiento resulte exitoso y también, las técnicas para generar ideas creativas de negocio. En pocas palabras, “por la diferencia a la excelencia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario